viernes, 2 de julio de 2010

Boadilla del Camino-Carrión de los Condes (iii) (Diecisiete de Septiembre)

Por nuestra cara bonita... A pesar de su cara dura... A pesar de los ronquidos... Cada año otro reencuentro con viejos y trasnochados complejos, de nuevo en contacto con el compañerismo añorado, aunque en diferentes cuerpos... Como si no hubiese pasado el tiempo, después de transcurrir el invierno, ¿dónde están mis amigos? Volver a empezar con lo mismo. Recuperar las sensaciones perdidas en el mismo punto, tras más de once meses en barbecho.

En cuanto se han despejado Joan y Fernando, nos hemos dirigido los tres en busca del resto del grupo, nos estarían esperando para celebrar la despedida, era un día triste... Si no, habrían continuado, cautivos de su ritmo machacón, devorando kilómetros sin parar; no los habríamos visto más. No sé si no hubiera sido mejor, aunque desear tal ruptura me haga sentirme culpable es lo que hay. Me superan sus miradas inquisitivas, y me cuesta soportar sus reproches continuos. En silencio, pero reproches al fin y al cabo. Me cuesta reconocerlo pero me incomoda su presencia. Sé que no puede hacer otra cosa, y sé que no puedo imponer a los demás mis prejuicios. Por no volver a caminar con Miriam, estaría dispuesto a sacrificar la compañía de mi querido Philip... Es mi problema, y grave... Un problema de verdad.

Sentimientos encontrados, odios sin motivos, sé que no debo imponer mis recelos, pero eso es lo que me sale del alma. Una especie de vibración extraña que me saca de quicio a menudo; mantendré las distancias, no puedo... Ceder para contentar, con una sonrisa falsa. ¿Sería honrado reprimir lo que siento por no faltar al sentir general? No soporto las injusticias pero no soy capaz de ser imparcial. No me ha hecho nada, no le he hecho nada ¿por qué entonces me lanza, sin compasión, sus dagas?

2 comentarios:

  1. Yo aprendí después de muchoooo tiempo, que cuanto más antipático me caía alguien, más cerca lo tenía.

    Un profesor una vez me dijo:

    Adriana deja ya de resistirte, aplica la Divina indiferencia!

    Tardé en entenderlo, pero surtió efecto!

    Abrazos Karu!

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  2. A veces no entendemos el significado de una animadversión. Está ahí y nos supera.
    Es difícil controlar un sentimiento así, yo no lo he conseguido, me delatan los ojos y la ausencia de sonrisas.
    Un beso.

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