Hogar, dulce hogar. ¿Cuánto haría ya? Parece toda una eternidad, pero apenas hace siete horas, no más. Fernando se había difuminado en un pasado pertinaz, allí en Villarcázar de Sirga, dónde al final paró para coger el autobús que le devolviera la verdad. Un pasado, aunque reciente, empeñado en deshacer todo lo que se dejara atrás. ¿Uno de tantos nada más? Él, que había sido como un hermano, ¿qué sería después? Se difuminarán las promesas, se mantendrá el recuerdo de ciertos momentos, emociones enlatadas en una memoria vaga, sensaciones que iremos derramando a medida que vayan recorriendo nuestros pies, kilómetros. Él ya se fue, él ya ha devorado unos cuantos en otro sentido, sentido que le distancia de mí... Tantos estímulos nuevos, muchos pasos que él ha dejado de dar; se ha quedado atrás; como Ana, otro fantasma. ¿De verdad existió o ha sido fruto de la sugestión? ¡Qué fácil es olvidar!
Hogar cruel, al que tanto le cuesta mostrarse tal cual es; un sucedáneo cuando se disfraza de cuatro paredes y un techo, de una persona determinada, de una mujer especial, un hombre en concreto, de una familia, tal vez... De un objetivo, una meta, en esta existencia de papel. El Hogar creo que es algo más. No verse obligado a defender la identidad, identificándose con mentiras sin sostén. Complejos heredados, ambiciones prestadas, el camino que no le tocó. Se suele decir en el Camino que siempre estamos, todos y cada uno, en cada instante en el lugar oportuno. Me callo, por eso; así tendría que ser. Destinos extravagantes, caminos extraños sólo a ratos compartidos, en ocasiones solos y deprimidos; caminos paralelos a caminos de otros; personas desconocidas, amigos o enemigos, adversarios; vagabundos y ejecutivos. Unos cuantos peregrinos que vamos intercambiando experiencias, retorciendo o enderezando otras vidas; dejándonos tocar los huevos; tocándolos a dos manos. El cobarde, que torna obediente de repente; el fanfarrón que aquí pierde a chorrotones la fortaleza impostada. Transeúntes; presuntos trotamundos, tuercebotas. Por unos días, seres humanos libres. Por desgracia, seres humanos libres contratados... Esto solamente dura un rato... Porque al final se cruzan en nuestro camino, las urgencias de otros seres queridos.
Compartir y no disentir, que difícil debe de ser en ciertas situaciones. El riesgo de ser considerado egoísta e infiel, tal vez desleal. Reproches que no se dirán, mas que cabalgando sobre ironías lanzadas desde el otro bando, sin piedad. Porque yo soy, cariño, la que te quiere más. Cariño, me tienes que llamar, todos los días, sin faltar. No sé si yo podría soportar, en un viaje hacia mi libre albedrío, estar encadenado a una sucursal de la misma prisión. Agoniza, aunque siga latiendo su corazón; y lo sabe pero prefiere olvidar; para no pensar en lo que pudiera ser si se atreviera a negar. Mejor dejarse arrastrar por los patrones inyectados en vena por su acomodada obediencia infantil. ¿Qué quedará, cuando muera, de sí mismo en su zurrón? ¿En quién se apoyará cuando le falte el bastón? ¿Sobré que guión caminará cuando ser rompan sus zapatos de charol? ¿Dónde irá cuando nadie le indique la dirección? En el fondo de las pupilas se van apagando las ilusiones del crío que aprendió a obedecer sin rechistar. ¡La madre que nos parió! De nuevo hacen acto de presencia estas señoras tan importantes, en cualquier reunión.
Hogar cruel, al que tanto le cuesta mostrarse tal cual es; un sucedáneo cuando se disfraza de cuatro paredes y un techo, de una persona determinada, de una mujer especial, un hombre en concreto, de una familia, tal vez... De un objetivo, una meta, en esta existencia de papel. El Hogar creo que es algo más. No verse obligado a defender la identidad, identificándose con mentiras sin sostén. Complejos heredados, ambiciones prestadas, el camino que no le tocó. Se suele decir en el Camino que siempre estamos, todos y cada uno, en cada instante en el lugar oportuno. Me callo, por eso; así tendría que ser. Destinos extravagantes, caminos extraños sólo a ratos compartidos, en ocasiones solos y deprimidos; caminos paralelos a caminos de otros; personas desconocidas, amigos o enemigos, adversarios; vagabundos y ejecutivos. Unos cuantos peregrinos que vamos intercambiando experiencias, retorciendo o enderezando otras vidas; dejándonos tocar los huevos; tocándolos a dos manos. El cobarde, que torna obediente de repente; el fanfarrón que aquí pierde a chorrotones la fortaleza impostada. Transeúntes; presuntos trotamundos, tuercebotas. Por unos días, seres humanos libres. Por desgracia, seres humanos libres contratados... Esto solamente dura un rato... Porque al final se cruzan en nuestro camino, las urgencias de otros seres queridos.
Compartir y no disentir, que difícil debe de ser en ciertas situaciones. El riesgo de ser considerado egoísta e infiel, tal vez desleal. Reproches que no se dirán, mas que cabalgando sobre ironías lanzadas desde el otro bando, sin piedad. Porque yo soy, cariño, la que te quiere más. Cariño, me tienes que llamar, todos los días, sin faltar. No sé si yo podría soportar, en un viaje hacia mi libre albedrío, estar encadenado a una sucursal de la misma prisión. Agoniza, aunque siga latiendo su corazón; y lo sabe pero prefiere olvidar; para no pensar en lo que pudiera ser si se atreviera a negar. Mejor dejarse arrastrar por los patrones inyectados en vena por su acomodada obediencia infantil. ¿Qué quedará, cuando muera, de sí mismo en su zurrón? ¿En quién se apoyará cuando le falte el bastón? ¿Sobré que guión caminará cuando ser rompan sus zapatos de charol? ¿Dónde irá cuando nadie le indique la dirección? En el fondo de las pupilas se van apagando las ilusiones del crío que aprendió a obedecer sin rechistar. ¡La madre que nos parió! De nuevo hacen acto de presencia estas señoras tan importantes, en cualquier reunión.
estas señoras tan importante....????????? la aristocracia,se transformo en buguesía,pequeña,las señoronas van donde tienen cabida,amigo,y en el mientras tanto, a mi, se me mueren en los brazos,pibes de hambre,o de droga, o de prostitucion,o de embarazos adolescentes, en la peque ong, que nadie apoya,somos nosotras, quienes hacemos lo que podemos,mientras los poderosos don dinero,ni ven,ni escuchan, y no son los tres monitos sabios...son unos hijos de puta,cuya jefa de estado,construyo una imagen politica de la nada,jamas milito, nunca, y cuando dice que se exilio al sur DE QUE ME ESTAN HABLANDO? ALLI ESTABAN ,LAS BASES NAVALES,que tenian presos y hoy muertos!entences la jefa,es complice del genocidio, tambien,por mentir,y su marido k,un oportunista...hay mucho malestar entre madres y abuelas, entre madre taty almeida se abrio de la bonafini,y chicha mariani de abuelas, porque no permiten que por dinero,empujen a mentirosos y mentiras,por la dadiva del estado proptector,con dineros,ya que la consigna fue"la sangre derramada,jamas será negociada" y como maquiavelo, funciona el divide y reinaras!
ResponderEliminarperdon pero se me volo la cabeza,yo fui parte de esta historia...
gracias
lidia-la escriba
Amigo visitandote y leyendo como siempre ,saludos
ResponderEliminarDesde hace tiempo sigo con avidez tu relato y te acompaño en el viaje.
ResponderEliminarNo puedo calzar tus botas, pero sí puedo ir descifrando poco a poco los mensajes sobre el polvo del camino y de ellos voy recogiendo migajas de ti (las pocas que dejas caer, no vaya a ser que alguien las descubra).
Mi respeto, admiración y afecto para el hombre que hay debajo de todo esto.
(P.D. Ya me contarás qué fue del sapo)