Aquella chiquilla que había conocido cuando los problemas eran menos... ¡Qué recuerdos! ¿Quién no añora de adulto aquellos tiempos en que era un muchacho sin oficio, ni beneficio; ni preocupaciones, ni tampoco sacrificio? Aunque si lo medito un rato, no sé si me apetecería volver a vivir aquellas tonterías que no lo eran; si ahora se repitieran con la misma intensidad, posiblemente, no querría verlos ni en pintura. El retraso de una mala nota esperada para quien estar por debajo del notable suponía un fracaso, o la riña temida por haber sido pillado en una mentirijilla, el pánico atroz ante la confesión obligada hasta para el pecado no cometido...; que se hubiese estropeado el juguete que me regalaran por mi santo sería suficiente motivo para gritar histérico por la injusticia... Tantas y tantas bobadas, por entonces, para mí, y para Philip supongo, de vital importancia... Cuando eramos jóvenes despreocupados, cuando lo era él por tanto... Cuando tan tontos eran los errores y, para nosotros, tan determinantes... Quién sabe si por aquellos tropezones sin importancia no habría empezado esta gran borrachera de la que nos estamos desintoxicando.
martes, 1 de junio de 2010
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Hola karul, hermoso lo que expresas en cada escrito, hay experiencia de vida,es un placer leerte.
ResponderEliminarTe respondo algo que dejaste en mi blog en un escrito mio no le llamo poema estoy muy lejos de ser una poetisa, solo escribo lo que siento.
en el escrito "La luna esta triste" quiero decirte que esa niña que es mi vida entera es mi hija, vivo por y para ella y toda la tristeza que hay en mi corazón es por Ella.
No quiero entrar en detalles pero yo no sufro por un hombre, hay dias que caigo en un abismo de tristezas y es por ver a mi niña que esta enfermita,soy su mamá y ella mi ángel que me dá fortaleza.
besitos para ti