Ciclos, completar los caminos de ida con la vuelta requerida; regresar al hogar, completar el recorrido, recogiendo en el retorno los frutos. Dudo, no creo que lo que me sentara mal hubiera sido la huida, no estuvo mal la visita. Reflexiono en la distancia, ¿me habría equivocado? Aunque desde que he llegado me acosen los granos, sarpullidos asquerosos y su pus purulento... Empiezo a tenerlo claro. De algo me había servido, sin decirme nada me ha puesto sobre la pista Don Fernando. Se acababa una etapa. Se acaban las etapas y no hay que dejar abiertas las propuestas porque, si no, regresan habitando sábanas de fantasmas.
Santiago, ¿qué es lo que me estás contando? Cuénteme usted, ¿maestro o hermano mayor de quién? Cuentan las malas lenguas que de alguien importante lo fue. Símbolo de un conjunto de generaciones que a punto está de caducar. Generaciones metidas en vereda justamente por obra y gracia del arte de varas. ¿Tendría algo que ver todo lo que siento con la severidad cristiana? ¿Tendrá que ver con todo ello lo que no soy capaz de sentir?
Me he negado por primera vez, antes no me habría atrevido, nunca lo había hecho, por cierto. Porque él habría fruncido el ceño, o porque a mí así me lo habría parecido; porque no habría sido capaz de decirle que no a su proposición. Hoy yo he sido el que sonriendo, sin sentirme culpable, le he dicho claro y alto que conmigo no contara. Cada cual decide su opción y cada cual tiene su opinión; y negarla no le quita razón; pero no era la mía su misión. Me ha gustado su idea, y le he apoyado, por supuesto; he estado ahí sentado aplaudiendo su discurso; como siempre discurso, además de ameno y divertido, profundo... Y le hemos aplaudido todos. Pero tenía que hacerlo solo y yo no tenía que hacerlo. Estoy seguro de que hoy le he hecho un favor a mi amigo, y me lo he hecho a mí mismo. Nos hemos librado de cuarenta años de lastre, hemos regresado al origen y estamos retornando reforzados... Aquella guía de hierro que aún nos mantenía soldados ha sido destrozada. Un ciclo cerrado, el primero, que no me volverá a dar más guerra.
Santiago, ¿qué es lo que me estás contando? Cuénteme usted, ¿maestro o hermano mayor de quién? Cuentan las malas lenguas que de alguien importante lo fue. Símbolo de un conjunto de generaciones que a punto está de caducar. Generaciones metidas en vereda justamente por obra y gracia del arte de varas. ¿Tendría algo que ver todo lo que siento con la severidad cristiana? ¿Tendrá que ver con todo ello lo que no soy capaz de sentir?
Me he negado por primera vez, antes no me habría atrevido, nunca lo había hecho, por cierto. Porque él habría fruncido el ceño, o porque a mí así me lo habría parecido; porque no habría sido capaz de decirle que no a su proposición. Hoy yo he sido el que sonriendo, sin sentirme culpable, le he dicho claro y alto que conmigo no contara. Cada cual decide su opción y cada cual tiene su opinión; y negarla no le quita razón; pero no era la mía su misión. Me ha gustado su idea, y le he apoyado, por supuesto; he estado ahí sentado aplaudiendo su discurso; como siempre discurso, además de ameno y divertido, profundo... Y le hemos aplaudido todos. Pero tenía que hacerlo solo y yo no tenía que hacerlo. Estoy seguro de que hoy le he hecho un favor a mi amigo, y me lo he hecho a mí mismo. Nos hemos librado de cuarenta años de lastre, hemos regresado al origen y estamos retornando reforzados... Aquella guía de hierro que aún nos mantenía soldados ha sido destrozada. Un ciclo cerrado, el primero, que no me volverá a dar más guerra.
Ciclos, etapas que se cierran para dar paso a lo nuevo.
ResponderEliminarDe todas maneras siempre nos dejan algo positivo, que podemos aplicar en alguna circunstancia de nuestra vida.Todo es cíclico.
Abrazos Peregrino
Hola peregrino cuando se cierran circulos y se abren otros siempre hay sarpullido.
ResponderEliminarMas tarde la piel mejora.
Te lo dice una enfermera.
Riso abrazos
Me gusta, me gusta, me gusta....
ResponderEliminarTe seguiré en el camino..
Un biquiño.