Como dicen en el Camino, un segundo encuentro garantiza que habrá un tercero; que cuando ocurre una cosa dos veces, acontecerá otra más, seguramente. Que no hay dos sin tres, y por eso... me permito un tercer día de reflexión. A ver si es verdad, también, que llega un momento en el que el peregrino deja de recorrer el Camino, para que el Camino le recorra a él.
viernes, 2 de abril de 2010
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amigo sigues reflexionando ,es que no puedes con tu genio,un abrazo y continua si te hace bien.
ResponderEliminarCada peregrino necesitará su propio tiempo. No hay apuro cuando se trata de hacer balance.
ResponderEliminarAbrazos!!
De vuelta...
ResponderEliminarTu casa, tus cosas, tu absoluta intimidad recuperada,tu libertad totalmente libre...
Sin desvestirte déjate caer sobre tu cama, rebusca esa postura aprendida. Esa que te permite descansar y dormir profundamente, el sueño reparador que tu cuerpo necesita.
Y, si las vivencias se empeñan en aparecer; no las dejes. No dejes que deshagan ahora su equipaje. Duerme. Duerme. Mañana, "te recorrerá El Camino.
Buen, y merecido descanso Peregrino.