domingo, 15 de abril de 2012

Quince de Abril de Dos Mil Doce

Rojo extenso. Y se revoluciona el candor del poeta. Había sido educado para ser esteta... No estoy seguro de que exista tal teta... Confundía el pecho hermoso con la ubre nutriticia, creo que aún me lío a ratos. Quiero sexo, pero escojo eso; deseo inteligencia, mas me atrapa aquello otro, tan diferente, tan remoto. Me acojono... Perdón, me acongojo... No estemos en horarios reservados en los que estén mal vistos los tacos crudos.

Me ruborizo, como la hacía cuando ni siquiera era mozso, cuando el niño de la infancia se despedía. Niño viejo, de resultados perfectos, de efectos contraídos y afectos contracturados. Aquello que me escocía en lo más íntimo debían de ser sabañones producidos por el frío gélido. Aun en verano, a cuarenta grados y en plena meseta castellana, mis manos permanecían congeladas... Y el corazón ardía en un incendio destructivo.

En mi segunda jornada como hospitalero me ha visitado una sorpresa; un viejo amigo, apenas desconocido. Me lo presentó un paseo por las calles de Santiago de Compostela. Parecía vagabundo, incluso tipo vividor que cambiara mecheros por monedas para comprar vino... Decía ser peregrino cuya meta era recorrer caminos sin nada de dinero en el bolsillo. En aquel momento dudé, porque era historia vieja. Muchos inventan historias para huir de su mísera realidad.

Parece que su empresa quebró de verdad, y también que descubrir su cuento falso le hace sincero; hoy siento que no me mintió. A más de quinientos kilómetros de donde tuvimos nuestra primer intercambio de pareceres, hemos tenido una conversación grande y grata. Le he invitado a comer, me ha regalado su leyenda: viaja sin dinero, lo hace sin aceptar nada en metálico; asegura que cuanto mayor sea la dificultad más atractivo es el reto.

Y ahora me pregunto: ¿Qué es lo que será esto, sexo o seso? Colorato, como un tomate, ya me retiro. La mío es prosa plana, orate de soberbia rebosante... Te hago una reverencia honesta, vate de facciones perfectas. Valiente caballero andante, gracias por la lección prestada... Gran receta.

1 comentario:

Creative Commons License
Hacedor de Sueños by Daniel Calvo is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-No comercial 3.0 España License.