jueves, 7 de octubre de 2010

Puente Villarente – León (ix) (Veinte de Septiembre)

Aquí acaba su odisea de momento, no van más allá... Otra casualidad... casualidades que ya empiezan a mostrarse como algo familiar; ¿casualidad o causalidad? Si hubiésemos tardado un poco más en encontrarnos; o si nos hubiésemos alojado en Mansilla de las Mulas con Denis; o si... Si, así hubiera sido, no habríamos coincidido jamás. Porque Mª Angeles y Javier concluyen en León, ya no les quedan más días para continuar, el próximo año será; como Fernando... Quizás el año que viene coincidan los tres en el Monte del Gozo, antes de llegar a Santiago a la par; o, si no, dentro de dos... Sea lo que sea, no será el azar, será lo que tiene que ser... Sea pues, y ya está. Puente Villarente; menos mal... A pesar de habernos quedado en la antesala de lo mejor allí, por no habernos atrevido a adentrarnos en lo que parecía una jungla desierta sin nada más; nos acomodamos, era más fácil no movernos que preguntar, que dar dos pasos para indagar.

En eso le alabo el gusto a Philip, que no va a dejar pasar la ocasión que le exige su corazón, aunque ni siquiera se le hubiera presentado la oportunidad con claridad, él lo intentaría, no iba a abandonar sin luchar, lo estaba probando, sin pensarlo más... Ojalá le saliera bien, aunque yo crea que a Ana no se le pasase por la cabeza enamorarse de él; eso da igual, sólo importa lo que sienta él y descubrir lo que ella pueda llegar a sentir... ¿Y si él que se equivocase fuera yo?, ¿y si él tuviera razón?, ¿y si el supiera algo que no sepa yo? Bastantes límites ficticios, en apariencia férreos, hicieron de mis sueños metas imposibles; ahora soy capaz de verlo claro, barreras interpuestas siempre por un exceso de argumentaciones sin fundamentos, sin motivo salvo mis propios prejuicios, mis complejos ladinos. Pensar por pensar, hasta claudicar, hasta distraer la atención de la ejecución, ejecutando al cobarde que era yo... No eran mentira mis anhelos, la única mentira, por entonces fui yo.

¡Miralo! Joan, ahí está... ¿A qué no sabes quién? Tumbado en la parte de abajo de la litera, Philip, roncando; descansando con cara de felicidad. ¡Vamos Joan! Vamos a despertarle para que nos cuente que ha sido de él. Ya somos tres, otra vez, continuará.

2 comentarios:

  1. Camina y ve donde el corazón te lleve, nada hay más importante, nada. Cierra los ojos, da un paso y abre la puerta que desboca tus latidos. Siempre, siempre merece la pena. El corazón no atiende a razones, solo a la magia de ese momento perfecto en que sabes que estás donde quieres que estar.

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  2. Tras tropiezos y desventuras, unos se marchan y otros reaparecen.
    Sigo en el camino.
    Un abrazo.

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Hacedor de Sueños by Daniel Calvo is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-No comercial 3.0 España License.