domingo, 11 de abril de 2010

DE PEGA (¡Quince días ya!)

¿Cuánto llevarían caminando? En kilómetros podría calcular la distancia... Supongo que como todos, como yo mismo, vendrían desde Roncesvalles. ¿O, tal vez, como los más valientes, desde más allá de la frontera francesa? También pudiera ser que fueran paseantes locales que salieran todas las mañanas a completar su caminata matutina; para conservar la salud, para perder el peso sobrante, porque así se lo habría recetado el doctor; por sentirse mejor o porque en casa se aburran un montón. Pero esas mochilas enormes no las suele llevar los domingueros, nadie toma tantas precauciones y avituallamiento para salir a pasear, aunque lo hagan a diario. Además, hay señales que delatan al peregrino que nunca lo ha sido, como las hay para reconocer al que ha dejado de serlo. Tampoco lo son todos los que caminan por esta ruta bendecida disfrazados como ellos.

Quizás a ellos se les haya pasado por la cabeza otro tanto también al cruzarse conmigo. Posiblemente, me habrían identificado como un colega de devoción si no fuera por que caminara en sentido contrario. A alguno de ellos se le habrá ocurrido, incluso, la posibilidad de que fuese uno de esos “Peregrinos de Vuelta”. Es viernes, 26 de Junio, ya han pasado dos semanas desde aquel 12, remoto; ha transcurrido más de un mes desde aquel día que yo transitaba, agotado, acalorado, pero contento, por este mismo lugar; siendo uno más. A esas alturas de mi Camino aún no me había encontrado a ningún extraterrestre que viniera a la contra, ni siquiera había oído aún que existieran esos locos de remate. En cualquier caso, después, acabado todo el recorrido, no me encontraría más de cuatro de esos personajes, dignos desde entonces de toda mi admiración, de todo mi respeto.

Me gustaría sentir la sensación de ser uno de ellos, uno de los que regresara, por supuesto; o uno de los que estaban yendo. Vivir fundido con la naturaleza, y poco más. Eso es lo único que creo echar de menos; cuanto más tengo, menos siento la predisposición de los demás para ser feliz, vivir sin preocuparse, sin imponer, sin morder. No sé lo que habría dado por unirme a ellos sin volver a mirar hacia atrás, por si me convirtiese en estatua de sal; hasta Santiago de Compostela, hasta Finisterre, hasta donde fuera... Hasta el fin de mis días en la tierra...

3 comentarios:

  1. pues hay animales, que cumplen una funcion en el eco sistema,el erizo comerse las arañas e insectos, y camuflarse enrrollado,con pinches,para que quien quiera atacarlo, se lastime...eso nada mas...
    lidia-la escriba

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  2. no anules mi suscripcion, a mi me sirve para saber cuando publicas algo nuevo,ya que mi blog esta "parado" en hace doas años,tampoco reciben ustedes mis post nuevos....
    gracias
    lidia-la escriba

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