jueves, 29 de abril de 2010

PAUSA (Finales de agosto)

¿Por qué lo habría hecho? ¿Por qué estaría convencido de remendarlo? ¿Qué me habría aportado que aún habiéndolo considerado un fracaso este dispuesto a repetirlo? Pudiera ser, como el mundo ordinario, otro de esos fraudes que me enganchen... No sé, si era lo que yo deseaba. No era el camino para hacer sabios que había soñado, ni era un lugar donde podría palpar los milagros... Se complican los fantasmas, disfrazados de anhelos ajenos; claro que me esperaba otra cosa, pero no sé por qué así sea... tengo necesidad de volver a probarlo... Quizás justamente por tener más argumentos para reforzar mis quejas, para confirmar que fuera imposible encontrar aquello que estuviera buscando. No soy un iluso, ni soy un tonto testarudo; era un burdo mentiroso que sabía a ciencia cierta, desde el principio, desde que sin quererlo me lo había propuesto, que me defraudaría todo aquel cuento... Porque en este mundo nada existe perfecto.

¿Tropezaría de nuevo contra la misma piedra? Regresaría para querer creerme más mentiras, para convertirme en otro corredor de fondo... ¿Llamaría otra vez la competición a mi puerta? El que más disfruta, quien más siente, quien más medita; quien, en definitiva, más de todo... ¿Por qué no?, también el más frustrado. Santiago, al son de clarines celestiales, con toda su corte haciéndole la susodicha, y un montón de peregrinos tocados de auras doradas, divinas, haciéndole la rosca... sobre un pasillo de flores, pétalos de rosas rojas y blancas flanqueando nuestro paso... Por Dios, eso no sé lo cree ni el más creyente de los devotos.

Por fin atisbo la pausa, ya se me ha roto el juguete... La que parado, en estos tres meses no he acabado de encontrar; mezclado con tantos ruidos ni el silencio dejaba de chirriar... Silencio, también divino, divino tesoro esquivo; el candado con el que había sellado mis labios tan solo había logrado que me callase la boca. Un respiro para el alma que me estaban escamoteando las prisas, el run run de corazón que no cesa hasta que al corazón se le concede una pizca de razones. Que poca cosa, un poquito de determinación, no dejarse arrastrar por la normalidad ordinaria; sacar de la horma establecida al patrón, y condenarle al paredón... Se me han desparramado todas las formas establecidos en una masa deforme de inconcreción. Concretando, lo concreto está de más, un poquito de abstracción que no se deje arrastrar por la fuerza de la gravedad. Ya no había vuelta atrás.

Finales de agosto, una noche vestida de raso negro engalanada con estrellas diminutas, remotas, cercanas... En el cielo se dibujan estelas que recorren fuegos artificiales de gala; celebramos en mi pueblo las fiestas de acción de gracia... Tumbados sobre el césped, relajados mirando al frente... En las luces de colores interpreto la llamada de emergencia, sin urgencias... Este deseo surge del alma. Lo tengo claro, me viene a la memoria aquel libro, tres meses en casa; “Kamino de retorno”. Miro a mi derecha, y a mi derecha está Mayte, también recostada. Lo pienso... Y a mis pensamientos le pongo palabras que dirijo a su mirada: “El nueve de Septiembre regreso”.

1 comentario:

  1. Las pausas y los silencios, son sumamente necesarios...y recostado mirando las estrellas y las luces de colores surgen los deseos del alma.

    Abrazos peregrino.

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Hacedor de Sueños by Daniel Calvo is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-No comercial 3.0 España License.