jueves, 16 de septiembre de 2010

Bercianos del Real Camino - Puente Villarente (vii) (Veinte de Septiembre)

Me puede la curiosidad, no soy capaz de quitarme de la cabeza esta obsesión. Estoy nervioso, como en aquellos días maravillosos en los que, siendo niños, la maestra nos llevaba de excursión; el mismo nerviosismo, aquel. Claro que sé que la excursión ha empezado ya, unos cuantos días atrás, cuando salí de Oyón, cuando recorriendo el trayecto anterior a abandonar mi pueblo me fui encontrando con, y despidiendo de, todos aquellos conocidos, incluso amigos, que mirándome... Con cara de sorpresa, a medias; a medias con cara de incredulidad, de envidia quizás, me preguntaron “¿a dónde vas?; ¿vas lejos, o qué? Mi mochila enorme delataba que mi intención no era dar una vuelta a la manzana... Estaba claro que a muchas manzanas, les daría varias. Deli, Luis Mari, Ángel... Sé que no era envidia enfermiza, se que no comprendían, sé que les debí parecer un fantasma loco, o un loco fantasioso, cuando les respondí: “salgo a dar una vuelta, hasta Finisterre nada más”.

Por encarar, por fin, lo me que ofrezca un reto, por eso estoy aquí acostado, dándole vueltas a una idea de otro loco fantasioso; nos hemos juntado dos buenos elementos... Si nos dejan una cerilla quemamos el bosque con nuestras propuestas indocumentadas. Algo que me haga salir del anonimato, de aquel que me ha tenido encerrado hasta hace nada en mi unidad de vigilancia intensiva particular. Salí en busca de las mentiras que no se adaptaban a mis arrugas, mejor duermo; voy a arar la tierra con los surcos que a mí me convengan de verdad. ¿Qué sentido tendría esta atracción fatal, si no supusiese aceptar la dificultad añadida de romper el tul que oculta lo que esconda detrás? Para freír un huevo hay que romper la cáscara; hay que arriesgar. Quiero rasgarle el himen, por tanto, a mi virginidad. No quiero ser virgen más o quiero, mejor aún, otra locura más... Seré virgen cada despertar y una puta sagrada al acostarme cada noche, tras haber destrozado cientos de velos más.

Algo he ganado, no sé lo que mañana será... Pero antes, hace unos meses nada más, ni siquiera me habría atrevido a plantearme el fracaso de dejarlo de lado, tras haberlo considerado; ni siquiera me hubiese inmolado para abrasarme en el fuego de unas ampollas, que por cierto, me vuelven a molestar... Yo que la creía curada ya, pero... Pero es el otro pie el que siento palpitar. Que sea lo que será, lo que esté siendo ya. ¿Otra ampolla más? ¡Dios dirá! Esto no influirá en mi decisión. No lo hará. No es mi cuerpo quien dicta el guión... Será y ya está.

2 comentarios:

  1. Número redondo. (8.000) Cómo redondas son tus decisiones, dictadas por el que más palpita.
    Benditas atracciones fatales que te llevan a andar.
    Besos.

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  2. Amigo un rayo me había dejado fuera de internet rompiendome la compu asi que hoy aqui estoy para seguir leyendo de tus caminos,un abrazo ¡caminante!

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Hacedor de Sueños by Daniel Calvo is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-No comercial 3.0 España License.