domingo, 9 de mayo de 2010

Nájera-Grañón (v) (Once de Septiembre)

¿Enterarse de que ya nada sería igual? Que difícil es sentir cuando la cabeza sigue empeñada en clasificar. Escuchar los matices que hace del mismo río, a cada momento, un torrente nuevo y jovial, muy diferente del que ya, un instante después... Ya fue, no esperes más..., lo que tenga que pasar pasará. Acatar que esa corriente permanente que estoy mirando jamás volvería a discurrir por delante de mí; que no esté siendo cierta mi verdad, aquella verdad. Que lo hizo, que lo fuera; pero hizo es pasado y fuera, posibilidad; dentro, quizás adentro es donde tenga que buscar para encontrar.

Aun encauzado en su reguero inquebrantable, ¿cómo lo habría hecho si no he dejado de estar atento? El truco se está ejecutando sin cesar y yo no soy capaz..., sigue engañándome mi parecer. ¿Quién me habría escamoteado el objetivo? Esta claro no debo de querer entender lo que no me conviene; a mí tampoco. Que la tormenta que he disfrutado hoy no fuera la que me hiciera sentirme mal la última vez que llegué hasta este lugar...; y que en las calles que había encontrado mi refugio entonces, hoy me haya pesado la decepción. El tiempo no pasa en balde y han pasado ciento veinte días en un suspiro... Un gemido, una pena... Una queja... No me quiero quejar.

Gota a gota, repetidas en proporción y ordenación exacta, cada una bien dispuesta en los nubarrones que hoy disfruto; aun sin distar ni un palmo en su algoritmo de ejecución de los que entonces me amenazaran. Está amarrada con fuerza su estructura al enjambre que le sustenta; un rugido, los truenos advertidos por el relámpago mensajero, ese rayo de luz intenso... Me siento rata de laboratorio encerrada en su jaula de cristal, repitiendo las mismas circunstancias que ayer, y las mismas que haría un mes, el mismo experimento sin comprender... No soy capaz de mirar todo esto con equidad. Gota a gota, este itinerario pertinaz no está dispuesto a dejar de seguir socavando la estructura acartonada que desde lo más hondo de un rincón remoto de mis entrañas se resiste a morir.

3 comentarios:

  1. Poco a poco, el camino, la lluvia, el viento...
    la magia, te van despojando de tu armadura de caballero andante. Cuando seas capaz de ver que no hay gigantes invencibles, que los molinos de viento renuevan el aire, fluirás como el río.

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  2. Es cierto, los molinos renuevan el aire, el camino y el caballero son uno!

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  3. a ver,comentador extraño,casi siempre no siempre,casi,comprendo lo que me comentan, de vos no comprendo mucho mas, que lo que hay, y me resulta,penoso no entenderte, y mucho menos comprender tus escritos, no encuentro la ironía,de la que hablan de vos,soy argentina ,pesará eso?, y no soy ni media clase,lucho, todos los días de mi vida,por un mejor país,no tengo partido politico,ya que no representan mi pensamiento,pero se hago política,todos los días,así que compañero,o dejamos el enturto de tus comentarios,en la paz del silencio, o no comentes mas,pues no me aporta un ápice
    saludos
    lidia-la escriba

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Hacedor de Sueños by Daniel Calvo is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-No comercial 3.0 España License.