lunes, 17 de mayo de 2010

Grañón-Tosantos (v) (Doce de Septiembre)

Jose Luis. Aunque no me haya reconocido al instante no me he permitido sentirme defraudado... Claro que me habría gustado haberle dejado la misma impresión que yo de él me había llevado; no era mi hospitalero preferido, por un capricho peregrino... Tenía mis motivos. Pero era natural que así no fuera, porque por allí habrían pasado muchos como yo durante estos meses en los que he estado ausente. Él llevaba más de veinte años atendiendo a muchos que se van y que no vuelven; y a bastantes que pasado mucho tiempo vuelven a visitarle. No tenía derecho a sentirme molesto, por eso.

Poco después, poco a poco, recomponiendo retazos, mientras conversábamos de lo que él había olvidado y yo me esforzaba en que fuera recordando... Le he ido aportando datos, dirigiéndo su olvido hacia detalles que le pudieran encauzar hacia buen puerto, para que fuera casando retales que le devolviesen, aunque fuera solamente, un tapete abigarrado de lo que yo conservaba nítido... Y poco a poco hemos ido recomponiendo, a medias, la película de aquel día en que yo había llegado a su casa huyendo de la tormenta... Al final ha logrado recordar que, tras pasar un ratito charlando, me había aconsejado que no marchara porque me iba a cazar el temporal que amenazaba... Ha conseguido acordarse también de que no le había hecho caso. Me he sentido satisfecho.

Por fin había llegado otra vez a este rincón, punto de referencia de mis sueños jacobeos. Casi he llegado temblando... No sé por qué, no parece ser para tanto, no soy capaz de explicarlo. Los cinco juntos, porque el último trayecto nos había ido juntando. En los últimos cinco kilómetros habíamos alcanzado a Joan y Miriam; aunque quizás tendría que decir, para ser sincero, que ellos se habían debido de dejar coger. Porque habían perdido un buen rato buscando a Mónica por las calles de Belorado y porque, realmente, creo que caminaban despacio. Por cierto, no lo habían logrado, no le habían encontrado, había desaparecido como por arte de magia aunque no era un pueblo demasiado grande... El que sí que ha aparecido, sin embargo, y de nuevo como un fantasma, por sorpresa, ha sido ese que en mi fuero interno había catalogado como espectro de ser humano... Parecía haberse empeñado en solidificarse a mi lado. Por mucho que me he esforzado, no recuerdo en que punto del camino ha sido... Me esfuerzo, he recorrido cada palmo del barrizal que hasta aquí nos ha traído... Ha sido, es, imposible. Aún acompañado de su pelo rizado y negro, y de sus ojos huidizos felinos; todavía sin decir apenas palabras... Pero aquí está con todos nosotros. De lo que sí que nos hemos enterado es de su nacionalidad y su nombre: un francés de Bretaña llamado Philip.

Jose Luis, un tío especial. Nos ha recibido, como solía acostumbrar, repanchingado en su sofá, custodiado por poemas de vitalidad, con la misma cara de somnolencia, en él habitual; dejando a su ayudante que hiciera las tareas de registro que a él le debían de aburrir un montón; a él lo que le gustaba era hablar, conversar. En apariencia sosegado, refugiado en su voz aterciopelada, pareciera que fuera calma, pero hay algo que me dice que no es tan calmado como aparenta. Creo que con la paz que transmite hacia los demás alivia el fuego que le abrasa por dentro el corazón. Yo lo sé, aunque nadie más se ha percatado de su tiritar, por lo que he escuchado hablar sobre él después. Me gustaría conocer la historia que esconde en lo más íntimo de su ser. Intuyo un tremendo sufrimiento que por suerte le empuja a ser mejor. Sé que él lo sabe, lo que seguramente no sabrá es que yo también lo sé; por supuesto, no le delataré, ni me descubriré. Por todo eso, tal vez, yo le aprecio tanto... Pudiera ser.

1 comentario:

  1. <<... sé que el lo sabe lo que seguramente no sabrá es que yo lo sé... Por todo eso tal vez le aprecio tanto...>>

    Admirable habilidad, sutileza, intuición..., y aprecio por todo esto. Que sentimiento más sincero, auténtico y grande. Grande apreciar a alguien apenas conocido. Existen lo amigos-profundos
    no sólo de años, sino de 20 minutos también.

    Me ha encantado.

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